Turquía recorta sus previsiones de crecimiento y vaticina más inflación y paro
El Gobierno de Erdogan reducirá proyectos de infraestructuras para ahorrar
La grave crisis monetaria que atraviesa Turquía, con una devaluación de su divisa del 40% en lo que va de año, ha llevado al Gobierno de Recep Tayyip Erdoan a recortar drásticamene sus previsiones de crecimiento de los próximos años, en los que prevé una ralentización de la economía y una inflación elevada.
Según ha anunciado este jueves el ministro de Finanzas, Berat Albayrak, que presentó en Estambul su plan a medio plazo para la economía turca, el crecimiento del PIB se estima en un 3,8% este año y en un 2,3% en 2019, un fuerte retroceso respecto a 2017 (7,4%) y las previsiones iniciales de un para este ejercicio 5,5%. La nueva previsión para este año coincide con los pronósticos de la agencia de calificación de riesgo Fitch, que rebajó la nota crediticia del país debido a los crecientes riesgos económicos.
Albayrak indicó, además, que la inflación llegará al 20,8% este año, algo inédito desde la llegada al poder de Erdogan en 2003, y que se frenará al 15,9% en 2019, según sus cálculos. El ministro admitió que el desempleo alcanzará el 11,3% este año y subirá al 12,1% en 2019.
Yerno de Erdogan y desde julio al frente de las carteras de Finanzas y del Tesoro, Albayrak auguró que la situación económica mejorará a partir de 2020, con un mayor crecimiento (3,5%) y el retorno a una inflación de un dígito.
El Banco Central subió los tipos de interés en 6,25 puntos porcentuales la semana pasada -hasta el 24%- en un intento por dominar la inflación y frenar la caída de la lira. Los inversores quieren ver señales de que el Gobierno se está alejando de una década y media de crecimiento impulsado por el crédito y los grandes proyectos de infraestructura. A comienzos de agosto, el propio Albayrak había dicho en una entrevista al canal de televisión NTV que su plan para 2019 era reducir la inflación y los tipos de interés por debajo del 10%.