Oxfam no investigó adecuadamente las denuncias de abusos en Haití
La Comisión de Beneficencia del Reino Unido determina que existió una cultura de tolerancia hacia “malos comportamientos” en el país caribeño y que su informe sobre los hechos de 2011 tuvo que ser más “amplio y franco”
La organización no gubernamental británica Oxfam, que el año pasado se vio golpeada por un escándalo por los abusos de sus trabajadores en Haití, aceptó este martes los hallazgos de la Comisión de Beneficencia del Reino Unido, que determinó que no investigó adecuadamente la denuncia de que algunos de sus trabajadores contrataron prostitutas y realizaron orgías en las dependencias pagadas por la organización mientras se realizaban las acciones de ayuda tras el devastador terremoto de 2010. En concreto no puso especial atención a las denuncias de que en estas orgías sufrieron abusos niños y niñas de entre doce y trece años. La Comisión afirma que existió una cultura de tolerancia hacia “malos comportamientos” de parte de Oxfam en Haití y que el informe presentado en 2011 por la organización tuvo que ser “más amplio y franco”.
“Oxfam tiene la responsabilidad de proveer un ambiente seguro para sus beneficiarios, su equipo y otros trabajadores humanitarios. No siempre lo hizo. Esto es evidente con lo que ocurrió en Haití en 2011. Existió una cultura de tolerancia a malos comportamientos en Haití en aquella época. Hubo señales tempranas de alertas de esto desde 2010; algunos individuos tomaron ventaja tanto de la presencia humanitaria en Haití y la cultura de pobre rendición de cuentas”, establece el documento de 36 páginas. Tras el escándalo, el Gobierno de Haití canceló el permiso de la ONG británica para operar en la isla.
La Comisión destaca que el informe que Oxfam presentó a partir de las denuncias de abusos fue incompleto, que la organización no tomó en cuenta las denuncias que habían hecho integrantes de su personal y que intentó ocultar el escándalo. La ONG —que antes de lo sucedido recibía donaciones por 380 millones de dólares, tanto de donantes privados como del Gobierno del Reino Unido— presentó los resultados de una investigación interna en 2011 en la que afirmaba que “no descartaba la existencia de menores” entre las prostitutas contratadas por su personal, aunque según lo conocido hoy no lo investigó con la diligencia adecuada.
El escándalo —que salió a luz el año pasado tras una revelación del diario británico The Times— hizo que dimitiera Penny Lawrence, directora adjunta de la organización, quien dijo que asumía toda la responsabilidad por la laxitud con la que se trató internamente el caso de Oxfam. «Queda claro ahora que las acusaciones, que implican el uso de prostitutas y que tienen que ver con el comportamiento tanto del director para el país como de miembros de su equipo en Chad, fueron planteadas antes de que fuese trasladado a Haití», admitió al informar sobre su dimisión.
Oxfam informó este martes que aceptaba los hallazgos del informe de la Comisión británica y que “sentía profundamente” lo ocurrido en Haití. La ONG también afirma que falló al prevenir los abusos sexuales cometidos por los integrantes de su equipo trasladados a la isla caribeña tras el terremoto que dejó más de 200 000 muertos. “Lo que ocurrió en Haití es vergonzoso y lo sentimos profundamente. Fue un terrible abuso de poder y una afrenta a los valores de Oxfam”, dijo Caroline Thomson, presidenta del organismo en el Reino Unido.
La investigación interna que el organismo realizó tras recibir una denuncia de los abusos determinó que el director para Haití de Oxfam, el belga Roland van Hauwermeiren, contrató a jóvenes prostitutas que llevó a la villa que el organismo había alquilado para su personal en la isla. En ese entonces a van Hauwermeiren se le ofreció una “salida digna” para que cooperara con las pesquisas, según el reporte publicado por The Times. Oxfam había trasladado a Haití a 200 integrantes de su personal humanitario para enfrentar la emergencia.
El escándalo abrió un debate sobre la transparencia con la que trabajan las organizaciones no gubernamentales y críticas sobre las rendiciones de cuentas en sus labores humanitarias. En su informe de este martes la Comisión de Beneficencia del Reino Unido concluyó de que no solo no hubo una adecuada respuesta de la organización, sino que el riesgo y el impacto sobre las víctimas estuvo en un segundo lugar y a veces no fue tomado lo suficientemente en serio. “Las organizaciones benéficas nunca deben perder de vista por qué existen y deben demostrar cómo su propósito caritativo impulsa todo lo que hacen y especialmente cómo responden cuando las cosas van mal”.
Tomado de https://www.elpais.com