Italia teme un nuevo rebrote y fija una cuarentena para los viajeros que lleguen de fuera de Schengen
Italia impone la línea de «máxima prudencia» en la reapertura de fronteras decidida por la Unión Europea a partir de este miércoles. Después del infierno de los meses pasados por la pandemia, el país impone medidas más rígidas de las fijadas por Europa para reabrir las fronteras.
El gobierno de Giuseppe Conte votó a favor de dar vía libre a la lista de 15 países extracomunitarios, abriéndoles desde el 1 de julio los confines externos. Pero en la noche, el Ejecutivo italiano aprobó una ordenanza para que siga siendo obligatoria la cuarentena de 14 días y la vigilancia sanitaria para todos los ciudadanos procedentes de países fuera del área Schengen, incluidos los 15 considerados seguros en la lista aprobada por la UE tras una complicada negociación.
Para el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, que firmó la ordenanza, el riesgo de que llegue una nueva ola de contagios desde el extranjero es aún demasiado alto. Italia conoce este riesgo y no puede y no quiere correrlo, después del drama que ha pasado y las decenas de miles de muertes (34.767 es el número de muertos), explica el ministro, precisando que «la situación global sigue siendo compleja, debemos evitar frustrar los sacrificios realizados por los italianos en estos meses». Con su declaración, el ministro Speranza ha seguido la línea del director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Ghebreyesus, quien considera que la situación global es dramática, hasta el punto de manifestar que «lo peor está por llegar».
Nuevas normas de Interior
No se excluye que otros países sigan la línea de Italia de imponer la cuarentena. Por ejemplo, los países que se abstuvieron en la votación, lo que para el caso equivale a un «no»: Austria, Bulgaria, Portugal, Polonia y Chipre, a los que se podrían añadir Bélgica y Eslovenia, que especificaron que aplicarán medidas más restrictivas. En total, son siete los países que podrían mantener la cuarentena como Italia. Esta restricción pone un riesgo para el acuerdo de Schengen porque surge un interrogante: ¿cómo harán los países que imponen la línea de máxima prudencia, como Italia, exigiendo la cuarentena a los extracomunitarios que han entrado en otro punto de la UE, sin restablecer los controles fronterizos? Es decir, cualquier persona que llegue a otro país de la UE podría entrar en Italia moviéndose por otras zonas del área Schengen. Es evidente la dificultad de respetar las reglas para los extracomunitarios, en particular los 14 días de cuarentena.
El Ministerio del Interior está elaborando una serie de normas para evitar que se salten las restricciones. Por ejemplo, será obligatorio indicar en el aeropuerto de salida extracomunitario el domicilio en el que se piensa hacer la cuarentena. En casos extremos, será Protección Civil la institución encargada de fijar un lugar adecuado.
Para el epidemiólogo Luigi Lopalco, profesor de la Universidad de Pisa y consejero para la emergencia sanitaria de la región de Apulia, con zonas de muy alta densidad turística, considera que es justa la decisión del gobierno: «La prudencia del gobierno me parece muy razonable. La circulación del virus en Europa es baja o muy baja, pero hay zonas del planetas que están en plena pandemia».
Golpe al turismo
Obviamente, levantar este nuevo muro en los confines como es la cuarentena para los ciudadanos del listado de 15 países tendrá repercusiones en el turismo, ya muy golpeado por la prohibición de quienes llegan de Estados Unidos y de Rusia. Difícilmente, un turista de esas 15 naciones decidirá venir a Italia si debe desperdiciar las dos primeras semanas en aislamiento por la cuarentena.
El presidente de Federalbergi, Bernabò Bocca, ha manifestado que «sin americanos, dada su capacidad de gasto, al turismo italiano le faltará el oxígeno; destinos como Capri, sin los brasileños, perderán la mayor parte de sus clientes, y las localidades de mar no tendrán huéspedes de gastar tanto como los rusos», afirma, asegurando que «el 30 por 10 de las estructuras no reabrirán». Igualmente, la repercusión será también importante para la actividades de los trabajadores que llegan de las naciones «autorizadas».
Alarma
No es casual que Italia se haya desmarcado de la línea seguida por la UE. En los últimos días, varios administradores locales han lanzado la alarma. Algunas regiones han informado de la llegada al territorio nacional de ciudadanos extracomunitarios infectados por coronavirus. A estas personas se les permitió la entrada para necesidades comprobadas ya previstas en un decreto anterior del gobierno: razones de estudio, trabajo, familiares o urgencia.
Según los test de coronavirus, esos extranjeros infectados por Covid-19 tenían una carga viral más alta que el promedio encontrado actualmente entre los positivos evaluados en Italia en las últimas semanas. Esto era debido seguramente a los diferentes tiempos con los que el epidemia se está difundiendo en las diversas áreas del planeta. Entre otros casos, la alerta fue lanzada por el consejero de sanidad de la Región del Lacio y por el alcalde de Cesena, Enzo Lattuca, tras algunos casos positivos de ciudadanos de Bangladesh.
Tomado de https://www.abc.es/