Irán prueba con éxito un misil de última generación en el Golfo de Omán
Cuarenta días después de la muerte de 19 marineros en una prueba balística en el Golfo de Omán, Irán volvió a organizar unos ejercicios navales en la misma zona y anunció el estreno «exitoso» de un «misil de nueva generación». El comunicado emitido por las fuerzas armadas recogió que durante las maniobras bautizadas como Mártires del Ramadán se dispararon «con gran precisión» misiles balísticos de corto y largo alcance que «destruyeron los objetivos que se les habían asignado a 280 km y su alcance puede todavía ser mayor». Los mandos militares destacaron la «cohesión cada vez mayor entre las fuerzas armadas y la industria armamentística local» e insistieron en que, pese a las sanciones, el país sigue siendo capaz de diseñar y producir nuevos misiles y mejorar versiones anteriores.
El pasado 10 de mayo el Ejército iraní volvió a cometer un error en el tiro y al menos 19 soldados perdieron la vida y 15 resultaron heridos cuando su barco fue alcanzado por fuego amigo. El segundo accidente en menos de cuatro meses, después de abatir un avión ucraniano con 176 pasajeros al confundirlo con un misil de Estados Unidos en las proximidades de Teherán.
Los ejercicios navales son frecuentes y tienen el objetivo de demostrar la capacidad militar de la república islámica en una zona tan sensible, por donde discurre el 20 por ciento del crudo que se consume en el mundo. Junto a los avances nucleares, a Estados Unidos le preocupa el desarrollo del programa balístico iraní. Aunque Irán insiste en los fines civiles de su carrera atómica, desde Washington temen la posibilidad de que Teherán logre armar sus misiles con cabezas nucleares.
Las televisiones locales emitieron las imágenes de los misiles en una jornada marcada también por la respuesta de Teherán a la Ley César, las nuevas sanciones aprobadas por Estados Unidos contra Siria. El ministerio de Exteriores emitió un comunicado en el que señaló que su país «no da validez a las sanciones unilaterales y las considera terrorismo económico del Gobierno de EE.UU. contra el pueblo de Siria, en línea con los intentos de Washington de desestabilizar el país». El portavoz de Exteriores, Abás Musaví , calificó los castigos de «inhumanos» y adelantó que «continuaremos la cooperación económica con la nación y el gobierno sirios como antes y, a pesar de las sanciones, fortaleceremos los lazos económicos con ese país».
Washington presenta estas nuevas sanciones como una medida para aislar al presidente Bashar Al Assad y su círculo más próximo, a todos aquellos «responsables o cómplices de graves abusos contra los derechos humanos en Siria», según las palabras del secretario de Estado, Mike Pompeo. La lista negra se compone de 39 nombres y está encabezada por el presidente y su esposa, Asma, «una de las mayores beneficiadas de la guerra», según un texto que Damasco considera «terrorismo económico».
Tomado de https://www.abc.es