En la Ley de Partidos: 5 pesan más que 71
José Núñez.- La tan manoseada y cacareada Ley de Partidos Políticos, que en determinadas coyunturas las organizaciones políticas de las que tienen peso electoral significativo, han tenido en su momento el poder suficiente para legalizarla, pero no lo hicieron y no lo hacen, por eso es que tienen cada una su responsabilidad en la no aprobación, aunque se agarren del circunstancial consenso congresual y partidario.
Ignorando o queriendo tapar la realidad con un dedo, que al jugar a las coyunturas, desconocen que en las Leyes no hay ventajas, aquí si es verdad “que lo que es igual no es ventaja”, ya que las situaciones en los partidos políticos como todo en el planeta, son cambiantes, entonces, la Ley que en un momento te controla o limita, te pone un stop, en otro puede ser la salvación de la organización o del derecho individual de la persona.
Precisamente, cuando se debería estar modificando una ley por obsoleta, vieja, para adecuarla por las experiencias vividas del tiempo en ejecución, está sucediendo todo lo contrario, el tiempo que se tiene en debates y discusiones, ya los artículos consensuados, algunos se han hecho vetusto, es decir arcaicos.
Y los temas electorales que están de moda para la transparencia en los países de rentas medias y desarrollado, con regímenes democráticos, cuando se quieren aprobar y consensuar algunos de éstos, todo el mundo tiene una opinión de acuerdo a sus intereses, entonces, así no se puede.
En este embrollo, los partidos llamados pequeños o minoritarios, se agarran de la famosa legitimidad, que sin apoyo de la población, pero le mantiene el statu quo a estos pequeños burgueses, mientras que por el lado de las organizaciones políticas populares o populistas y mayoritarias, sus cúpulas no ceden un ápice, o sea, esos 5 temas que no se han aprobado en la Ley de Partidos Políticos, en un caso y en otro, en mayor o en menor medida, se favorecen todos estos dirigentes, ya que no quieren desnudarse con los temas que faltan por aprobarse o consensuarse; no les interesa ceder ni los beneficios ni el control partidario.
Los famosos temas, que siendo 5 pesan más que los restantes 71 que ya se han aprobado, los puntos de la discordia y que también son los de mayor trascendencia, y los que tienen un carácter revolucionario en el tema electoral, son: el de transparentar los ingresos; la forma de escoger sus autoridades internas que aspiran a los cargos electivos; si se van a escoger el mismo día todos los candidatos de todos los partidos; la cuota obligatoria de la mujer y si la Junta Central Electoral va a liderar el proceso de los partidos el día de sus elecciones internas.
Como vemos, transparentar los ingresos es lo mismo que automáticamente tendrán que hacer con sus gastos, y actuar con esas cuentas claras, si se juzga por lo que se observa, aterrorizan a muchos dirigentes de la cúpula con esto de tener las cuentas claras y visibles.
El tema de la escogencia de sus autoridades para cargos electivos; si es con el voto universal o con el del padrón de la JCE, y como la organización no es la mayor prenda a exhibir en prácticamente ningún partido político del país, aquí la puerca tuerce un poco el rabo.
Si la escogencia de los candidatos que van tras cargos electivos se hará simultáneamente en todos los partidos; aquí las opiniones solo obedecen según creen su conveniencia, a los partidos mayoritarios no les simpatiza la idea, mientras que los que no tienen masas, votos ni muchas gentes, les gustaría el molote, ya que así no se delatan antes de la hora y evitan perder valor electoral a la hora de negociar carguitos.
Otro de los temas en discusión, es qué porcentaje le asignan al sexo femenino, por aquello de la equidad de género, entonces el dilema está si le mantiene el 33%, lo suben a un 50% o le reducen el porcentaje a un 20, que por cierto, este último es el que aparentemente goza de mayor popularidad entre los más influyentes, en un congreso con marcada ausencia femenina.
Y el otro tema que causa roce, pero que están obligados a acoger, a menos que no quieran autodestruirse, previo a causarse varias muertes, es el control que debe tener la JCE en las escogencias de las candidaturas internas en los partidos, es decir, están compelidos a darle el control total del proceso a la autoridad electoral.
Incluso, sobre estos cincos famosos temas, ya nos informan las comisiones del congreso que trabajan con los mismos, que ya consensuaron dos, que únicamente faltan tres, y esto lo quieren presentar al país como un logro, después de más de 15 años de dimes y diretes, que le parece.
Definitivamente, cuando usted observa y analiza los temas de los conflictos con fuertes dosis de intereses políticos partidarios, económicos y personales, donde todos saben cuáles son los que más les convienen a la sociedad y menos a las mezquindades, ahí está el meollo; una población que quiere y exige transparencia, mientras que los mal llamados dueños, caciques, caudillos, vividores, dirigentes, los líderes de los partidos políticos en sentido general, únicamente piensan en ellos.