Las encuestas

“Crea fama y acuéstate a dormir”

 

jose_nuez01.jpgSanto Domingo Este-.Existen en variedad y diversidad, parecen un mercado perfecto; donde hay muchos vendedores y muchos compradores, aquí parece funcionar la ley económica de la oferta y la demanda: un mercado ideal. 

 

En esta guerra de las encuestas existen de todas las características posibles, a saber: con prestigio, confiables, famosas, creíbles, desacreditadas, no confiables, desprestigiadas

 

Para que se tenga una idea de la guerra de las encuestas en estas elecciones vamos a citar a Bernardo Vega, en una publicación que hizo en el periódico Hoy, en la Sección de Opinión, página 15A, de fecha 14 de marzo de 2012, cuando escribió: En total se dieron a conocer 31 encuestas durante la campaña. Estas fueron realizadas por nueve (9) empresas de firmas encuestadoras.

 

Obviamente se está refiriendo a las encuestas hechas para las elecciones presidenciales del año 2008. Evidente que esta cifra ya fue superada tanto por el número de las publicaciones como por el de las firmas encuestadoras y por mucho, para las referidas elecciones del próximo 20 de mayo.

 

También el mercado electoral posee firmas encuestadoras que respetan los criterios  y las técnicas generalmente aceptadas de cómo éstas deben realizarse. Las referidas firmas con credibilidad son tanto de sello nacional como internacional.

 

La firmas encuestadoras con todas las características de los párrafos anteriores son las siguientes: La Gallup-Hoy,  Penn & Schoen, Greenberg-Diario Libre, Asisa Research Group, Hamilton Campaings, Alfonso Cabrera y Asoc., El Centro Económico del Cibao, CID-Latinoamérica, Newlink Research, Bendixen & AmandiDebemos puntualizar que aquí excluimos las que son descalificadas a niveles científicos y sin criterios técnicos.

 

Existen clases de encuestas o mal llamadas encuestas que de entrada no admiten análisis técnicos y son automáticamente descalificadas al no reunir ningún criterio válido a nivel científico, entre las que podríamos citar las hechas a través de la radio, sondeos en las calles, en las tiendas  y oficinas, entre otros métodos no admitidos,  ya que las mismas no aplican ningún rigor  científico; no merecen confianza ni credibilidad.

 

 

 Las encuestas realizadas a través de los mecanismos citados en el párrafo anterior tienden a ser sesgadas, es decir, van hacia un segmento con características muy similares y por lo tanto sus niveles de errores son siempre demasiado altos; sus resultados no merecen credibilidad.

 

Estas explosiones de las encuestas políticas tienen el sello de ser divulgadas de formas intensas y extensas, por todos los medios de comunicación posible. No existen límites humanos para darlas a conocer. La promoción masiva y rápida es su interés, con la finalidad de crear la percepción y sacar los beneficios políticos. Realmente nos abruman.

 

Ahora, el crear fama, ser reconocida, tenerle confianza a una firma encuestadora lo determina; esta condición la da los niveles de certeza que haya logrado en sus predicciones en diferentes oportunidades y, por supuesto, por  el tiempo que tenga operando en el mercado de  ese país; entonces así llega la invaluable  y mencionada fama, el respeto;  convertirse en el referente obligado.

 

Ciertamente en nuestro mercado electoral existen tres firmas encuestadoras que se han ganado el prestigio, la confianza, ya que han logrado a través del tiempo ser precisas. Han estado muy cerca de la perfección. Estas referidas firmas son: La Gallup, La Peen & Schoen y la Greenberg.

 

Al existir una verdadera guerra de las encuestas por la coyuntura electoral, la cual se evidencia tanto por la cantidad de firmas como por el número de mediciones que éstas llevan  a cabo, lo que obliga al que quiere ser un poco imparcial, objetivo o estar bien informado, a ir detrás de la más confiable, de la que se ha convertido en el referente obligado de todas ellas: La Gallup.

 

De ahí, que finalizamos diciendo que esta guerra, la explosión de las encuestas ha fortalecido a la más creíble del público, la que ha creado mayor fama, la de mayor prestigio, aunque ciertamente no se puede echar a dormir; hay que continuar. Así debe y tiene que ser señores de La Gallup.  

Related posts